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lunes, 21 de septiembre de 2009

Las madres en la educación: Supermamás

En la entrada de hoy presentamos el estudio sobre Perspectivas de Género en la Educación Escolar realizado por la inestimable Gloria Arenas, Dra. en Ciencias de la Eduación, Prof. Titular del Dep. de Didáctica y Organización Escolar en la Facultad Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga.

En él se realzan las estrategias de implicación familiar, analizando el papel de las mujeres como ciudadanas y madres: en la sociedad, en el hogar y en la escuela, así como, los efectos negativos y positivos.

Trata de cómo las políticas de Igualdad de oportunidades educativas y ocupacionales en el marco de la sociedad postindustrial ha supuesto un aumento significativo de oportunidades para las mujeres en el mercado laboral y la educación; un cambio en las vida de las mujeres y por tanto en el seno de las familias, dando origen a un nuevo modelo de madre.
El trabajo analiza el impacto de los cambios sociales y educativos en las familias monoparentales, cuando la mujer es la “cabeza de familia”, y pone de manifiesto las pocas investigaciones y escritos sobre las experiencias educativas y la participación real y, a veces única, de las madres en la educación.

En el artículo desarrolla situaciones que continúan teniendo vigencia a día de hoy:
  • Los Centros, mandan a las casas una serie de indicaciones y recomendaciones, que lógicamente van dirigidos a los ‘padres’ puesto que socialmente son los responsables ante las instituciones oficiales. Aunque sin reconocimiento institucional, son las madres, las que los leen, se preocupan y se responsabilizan, en la medida que pueden y saben de llevar a cabo esta labor. Esto llega a formar parte de las obligaciones propias de la maternidad. Nace así el mito de la madre perfecta.
  • La clase social de procedencia tiene un importante papel en la preocupación e implicación en la educación de sus hijos e hijas. El profesorado que trabaja con familias de clase media/alta tiene mucho más fácil motivarlos para su implicación, siempre que sea aportación económica. En las escuelas relativamente pequeñas, por ejemplo, las familias se prestan de forma voluntaria en su mayoría a colaborar, cuando se sienten parte de la comunidad. En las comunidades de clase obrera, el profesorado tiene muchos problemas para que se dé la participación.
  • Actualmente, las mujeres, sea cual sea su situación y sus circunstancias socioeconómicas o familiares, bien sean familias formadas parental, heterosexual o no, o monoparental, requieren un trabajo remunerado. Se han producido cambios significativos en las tasas de empleo femenino con hijos o sin ellos, por lo que ha aumentado el número de madres con hijos e hijas en el sistema educativo, aunque con variaciones dependiendo de las diferentes naciones. Las tasas de empleo entre mujeres con hijos e hijas pequeños varía considerablemente según países.
  • Las necesidades de cuidado y educación de la infancia no están relacionadas con el empleo de las madres. Al contrario, muchas buscan formación y empleo porque esperan con ello poder ayudar más en los estudios y mejorar el nivel de vida de sus hijos e hijas.
  • Las expectativas sobre un estilo de maternidad más educativo, que incluyen en la doble jornada de las mujeres, las actividades escolares, las tareas domésticas y el cuidado, necesariamente tiene implicaciones de responsabilidad, que a veces afectan a la vida de las madres, creando en ellas, verdaderos estados de ansiedad.
  • Se considera también la falta de preparación y el analfabetismo de muchas madres. Unas porque han sido madres antes de llegar a tener preparación y otras porque son emigrantes, por lo que están en doble situación de desventaja. Esta población marginada socialmente, mira a la escuela desde una doble perspectiva ‘amenaza y deseo’ por lo que se pueden producir situaciones familiares cargadas de violencia. Por un lado la desean para mejorar la vida de los hijos e hijas y la suya propia; por otro, este deseo las puede llevar a situaciones de enfrentamiento con sus maridos, llegando a sentirse amenazadas.
  • Realmente son considerables los cambios producidos por las políticas de igualdad de oportunidades, que han permitido a algunas madres, especialmente de clase media, llegar a altos niveles educativos y profesionales, por lo que han estado preparadas para ayudar a sus hijos e hijas para superarse por medio de la educación.
  • Muchos grupos analizados ven en la educación la única oportunidad que tienen ellas y sus hijas, para cambiar sus vidas, económica y socialmente, esperando alcanzar la independencia y libertad necesarias para desarrollar su identidad como mujeres y poder tomar parte en la sociedad como ciudadanas responsables.
  • A pesar de los cambios producidos en las tres últimas décadas, respecto a la igualdad de oportunidades en la educación de las mujeres/madres, hay que analizar el alto porcentaje de jóvenes que a los 16 años dejan la educación. Algunas, pasan a formar parte de la población desempleada a efectos del mercado de trabajo, pero sin embargo no se mantienen ociosas sino que pasan a realizar los trabajos tradiciones asignados por el androcentrismo a las mujeres: el mantenimiento de la vida familiar, el cuidado de niños y niñas, de los ancianos, los enfermos, el servicio doméstico, el cuidado de los hogares de otras personas, la economía sumergida, etc. Sin embargo, para recuperar a estas chica/chicos, se han potenciado planes alternativos, en todos los países industrializados, para mantenerlos en los diferentes sistemas educativos: proyectos específicos para enseñarles oficios según sus habilidades, para que puedan acceder al mercado de trabajo y permanecer en él.
  • La poca corresponsabilidad de los padres en la crianza y educación de los hijos e hijas, las dificultades para encontrar trabajo bien pagado, las discriminación de la que son objeto por parte de las empresas: despidos, contratos temporales, etc, ha hecho que muchas mujeres tomen la decisión de planificar el número de hijos que quieren tener y, como se ha dicho anteriormente, retrasar la maternidad; por lo que la población en los países desarrollados ha bajado considerablemente y se ha envejecido. La responsabilidad debe recaer en las estructuras socioeconómicas androcéntricas .
  • Para solucionar el problema de la falta de mano de obra, originada por el envejecimiento de la población o las pésimas condiciones de algunos trabajos, se contrata a emigrantes, mujeres y hombres jóvenes que vienen de países más pobres, con distinta cultura. Las mujeres/madres de estas culturas ocupan los trabajos peor pagados, viven en situaciones desfavorecidas, pero a pesar de eso se implican en la educación.
  • Es importante analizar, sin embargo, la carencia de políticas sociales de desarrollo para facilitar las posibilidades a las madres y el hecho de que la mayoría de proyectos disponibles son locales y no gubernamentales.
  • Estos, sin embargo, no han sido acompañados por planes de ayudas a las mujeres en sus responsabilidades con el cuidado y educación de sus hijas e hijos, en general. Hay que decir, sin embargo, que en todos los países desarrollados se crearon centros de capacitación, como la Educación de Adultos, incluyendo cursos para el acceso a la educación superior, como el acceso a las Universidad para mayores de 25 años.
  • La mayoría de la población estudiantil adulta, eran mujeres por lo que tenían que compartir el tiempo, entre el estudio, el trabajo y el hogar. Para estas madres es muy importante participar en la educación de sus hijos e hijas, pero no saben cómo. En algunos países como Inglaterra se hacen cursos desde las Universidades acomodándolos a los horarios de los colegios de las niñas/niños y otros en horario nocturno.
  • El análisis desde el feminismo, es la falta de adaptación del curriculum y de la cultura a las mujeres. La Academia no ha cambiado, sigue enseñando sin tener en cuenta que la mayoría del alumnado son mujeres, no se tiene en cuenta la perspectiva de género, no se analiza la cultura que se transmite, de la que las mujeres han sido excluidas durante siglos.
Si visitáis la fuente para leer el artículo completo, podréis medir hasta qué punto es actual nueve años después.

Fuente:
ARENAS, GLORIA (2000): "Las madres en la educación, una voz siempre presente pero ¿reconocida?". Publicado en SANTOS GUERRA, MIGUEL ÁNGEL (coord): "El harén pedagógico" Perspectivas de género en la organización escolar. Editorial Graó

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